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JARDÍN DE INFANTES N°902

Jardín de Infantes N°902 “Manuel Belgrano”

    A principios del año 1967, la directora de la Escuela N°5 de O´Higgins, la Señora Margarita Bird de Ríos, pidió a las autoridades educativas la creación de un jardín de infantes. Ofreció para ello, un aula de la propia escuela.

    Al año siguiente, comenzó a funcionar en el pueblo una guardería privada llamada “Rayito de Sol”. Las propietarias eran las señoras Graciela Delville y Alicia Bonino. “En el año 1968, después que yo me recibí de maestra jardinera, no había nada. Ni siquiera teníamos idea de que se había pedido el jardín a través de la escuela. Entonces hicimos una guardería que funcionó acá, en mi casa. Teníamos alrededor de 25 chicos de 3 a 5 años”, relató Alicia.

    El 28 de agosto de 1968, el entonces Ministro de Educación Alfredo Tagliabúe, firmó la Resolución 2452, que instauró la creación de un Jardín de Infantes en la localidad de O´Higgins. Se le asignó el N°2 y se estableció que debía desarrollar sus actividades en la Escuela N°5. El Consejo Escolar de la ciudad de Chacabuco designó como directora provisional a la docente Alicia Bonino y como preceptora a la docente Norma Grossi. 

    “El 12 de septiembre de 1968 comenzó a funcionar el Jardín. Entonces todos los chicos que teníamos acá, fueron para allá. Porque acá teníamos toda la planificación de un jardín de infantes. Teníamos sala de 3, 4 y 5. Cuando vos estás recién recibida, querés poner en práctica todo lo que te enseñaron. Entonces, le pedí permiso a Graciela, para trasladar todos los materiales, sillitas, mesitas, repisas, etc. Porque la Escuela no tenía elementos apropiados. Y el Ministerio lo único que hizo fue la designación del Jardín”, contó Alicia.

    La primera promoción estuvo integrada por 18 niños: Marcelo Azpelicueta, Carlos Costanzi, Luis Alfredo Daghero, Daniel Davio, Gastón Fadel, Sergio Iriarte, Víctor Irigoyen, Adolfo Maggi, Gerardo Pulega, Mónica Alejandro, María Gladis Gorosito, Claudia Levatto, Isabel Masías, Norma Martín, Grisel Rocha, Norma Silva, Marcela Torreblanca y María Laura Zanotti. 

    La Asociación Cooperadora se formó un año después. El primer presidente fue el señor Raúl Peppe; el secretario, el señor Raúl Garbarini y el tesorero, la señora Ilda de Garbarini. Y hasta el año 1973 el Jardín funcionó con sólo una salita. Luego se amplió a dos secciones. En ese mismo año, comenzó a gestarse la idea de un edificio propio. Se creó así, una Asociación Pro Edificio Jardín de Infantes N°902 con el objetivo de recaudar fondos y/o gestionar la compra o construcción del edificio propio. Su primer presidente fue el señor Gamideo Di Nardo; el secretario, el señor Dianelo Saccoccia y el tesorero, la señora Gladys Daghero. En un principio, se vio la posibilidad de construir al Jardín en el espacio dónde ahora está la placita de juegos. Ése era un terreno de los Padres Capuchinos, pero no se llegó a un acuerdo. Se buscó algo cerca de la escuela primaria. Entonces, mediante rifas y donaciones, esta Asociación Pro Edificio, consiguió el dinero para comprar los dos terrenos lindantes a la Escuela, que eran propiedad del señor Valentín D´Alessandro. Al terreno no lo donó nadie. “Lo primero que hicimos fue comprar un tinglado e hicimos una sala dividida con una puerta, para que nos sirviera de salón de actos, la dirección, los baños y la cocina. Teníamos dos secciones, pero una seguía funcionando en la Escuela”, dijo Alicia.

    En el año 1980, comenzó la construcción del SUM de 140m2 y del depósito. El edificio se inauguró oficialmente, en octubre de 1981. Estuvieron presentes el Sr. Ministro de Educación y Cultura, el Dr. Julio Lezcano, la Asesora de la Rama Inicial, la señora María Rosa Buono y las autoridades de la Municipalidad de Chacabuco. Fueron elegidos padrinos la señora Adela Maraggi de Puricelli y el señor Rufino Romero. La Asociación Pro Edificio donó el Jardín de Infantes a la Municipalidad de Chacabuco (ordenanza N° 648/81).

    A partir del ´83, se incrementó la inscripción de alumnos. De esta manera, se solicitó la ampliación de las tres salitas. Al tenerlas, también correspondió tener una maestra de música y la dirección libre de la directora. Es decir, ésta no debía cumplir la doble función de maestra y directora.  Un año más tarde, se designó una portera titular. Hasta el momento, le pagaba la Asociación Cooperadora a la señora Elda Lambrisca. Ya para 1986, el Jardín contó con las siguientes comodidades: tres salitas, una dirección, una cocina, dos baños para los alumnos, un baño para docentes, un SUM, una sala de preceptora y dos depósitos. Además de un extenso patio. 

Proyecto “La aventura de descubrir juntos, los caminos de un gran desafío”.

    A principios del año 1989, se comenzó con el proyecto de la salita de computación. No había en la provincia de Buenos Aires jardines estatales que contaran con esta actividad. Sólo la desarrollaban algunos jardines privados. “Ese proyecto se realizó por las ganas y la voluntad de querer darles lo mejor a nuestros chicos. Acá no se sabía lo que era una computadora. Sólo había una en la Casa Iriarte y otra en la casa de Liliana Gastaldi”, expresó Alicia. 

    Las maestras del jardín viajaron a Buenos Aires, para conocer las experiencias de otros jardines, realizaron cursos de capacitación y recabaron toda la información posible. Muchas docentes de la escuela primaria y secundaria siguieron el proyecto. Fue el punto de partida para la articulación en los tres niveles. Alicia explicó que los chicos a la edad del jardín son como una esponja, absorben todo. 

    La primera computadora que se adquirió fue una Talent M.S.X. junto con una disquetera Talent y un televisor Philco de 20”.  

    El Jardín, fue modelo de otros jardines de la provincia. Muchos viajaron a ver el proyecto. También fue elegido como ganador de un concurso que premiaba las iniciativas institucionales. Aunque el dinero del premio, nunca llegó. 

    Luego de la realización de este proyecto el Jardín realizó varios emprendimientos novedosos como: “Descubrimos la importancia de cultivar la tierra”, “Noticas…Llegó el periódico” y “Libros, cuentos y algo más”. También realizó ferias de libros junto con Ediciones Dorrego.

 El festejo por los 40 años del Jardín

    En el año 1998 se realizó una “Galería de Recuerdos” para conmemorar los 40 años del Jardín de Infantes. En un acto y cena se reconoció la tarea realizada por la Señora Alicia Bonino, que entró en período jubilatorio y la sucedió en el cargo la Señora Karina Kura. 

     “Nosotros los docentes, nos podemos jubilar a los 50 años, con 25 años de servicios. Cuando yo tenía los 25 años de servicio, todavía no tenía los 50 años. Entonces seguí. Después vi que venía detrás de mí una camada de jóvenes y decía, buenos ya es hora de jubilarme. Pero no porque estuviera cansada. Llegué a los 60 y ahí dije basta. Me costó muchísimo. Entonces dos años antes de presentar la jubilación, empecé con otro trabajo. Porque si yo no estaba ocupada, iba a estar todos los días en el Jardín y eso no era lógico. Cada uno tiene sus tiempos y sus formas de trabajar. Inconscientemente, también realicé estrategias para no estar afuera de mi casa a la hora en que los chicos pasaban. Empecé a almorzar 12:30 o 12:45hs. Y cuando empezó el año, me fui a La Plata. Me costó y me cuesta bastante no ir al Jardín. Se me ocurren mil cosas que se podrían hacer para las fiestitas, pero me las guardo para no interferir. Fue algo muy importante en mi vida. Mis hijas me dicen que para ellas fue como el hermano varón que nunca tuvieron. Todavía me recriminan todo el tiempo que no les dedicaba a ellas”, contó Alicia.